Espectacular acogida del concierto de Despistaos y La Fuga en el Pabellón Interpeñas, dentro de las fiestas del Pilar de Zaragoza. Teloneados por Baskerville – ganadores del concurso Interpeñas Pop/Rock 2010 -, a los que no pudimos llegar a ver, acapararon a una multitud de seguidores en la noche del 13 de Octubre. Un público muy muy joven, mayoritariamente adolescente, propiciado por el momento de popularidad que ambas formaciones viven, y por el propio ambiente peñista y festivo de la carpa. El día siguiente tocaba, sobre el papel, acudir a trabajar o a clase, pero a buen seguro muchos de los presentes pasaron por alto esta eventualidad.
Un gran tándem de grupos, con estilos muy cercanos y seguidores comunes. Despistaos saltaron al escenario sobre las 22.30, tras los Baskerville. Lo hicieron armados con sus cachirulos, y dispuestos a formar parte de una fiesta que conocen bien. Fueron sonando sus viejos himnos y sus temas más recientes, extraídos de su último trabajo “Cuando empieza lo mejor” – el público se conocía todas. Sobre el escenario, se rodearon de amigos de la provincia. Subió a cantar Daniel Sancet, de Insolenzia, que tocaba unos días después en el mismo recinto. Y también lo hicieron los ejeanos The Buffones P’arriba, que subieron en manada con sus mejores galas para convertir “En la nevera” en una fiesta. El público disfrutó con la actuación, donde sonaron los temas más conocidos de una banda que cuenta con muchísimos seguidores en la capital aragonesa.
Tras ellos, llegaba La Fuga, con el aliciente de ver en vivo al ex Mr. Fylyn Pedro Fernández tomando las riendas de la voz de esta formación. Desde el principio se mostraron muy compenetrados, y pese a contar en la primera fila del escenario con sólo una cara conocida –Nando, cuya estética y pose sobre el escenario cada día me recuerda más a la de los Pereza -, la sensación que la banda transmitía era el ser los mismos de siempre. Lógicamente mucho ha cambiado en los últimos meses en la formación cántabra, pero el show seguía tan fresco y cercano, tan plagado de sentimiento como siempre. Pedro controló el concierto desde el primer momento, mostrándose comunicativo, y repitiendo hasta la saciedad su agradecimiento por la acogida. Los temas de siempre sonaban a nuevo, con un aire más alegre con esa voz más aguda y menos melodramática del nuevo vocalista. Instrumentalmente, se ganó algún momento para intros musicales en un par de temas, solos, etcétera. Bajo el escenario la gente disfrutó enormemente, y aparentemente sobre el mismo también lo hicieron ellos, exprimiendo al máximo su tiempo de actuación. Definitivamente, de la ruptura de La Fuga hemos ganado a dos grandes grupos. El show se cerró con Despistaos y La Fuga sobre el escenario, saltando por los altavoces y aproximándose al público, con la tradicional lluvia dorada –de confeti y serpentina- que acompaña a los cántabros al fin de sus conciertos.