El concierto fue retrasado respecto a su horario inicial, y finalmente fue a las 22.45 cuando arrancaron los primeros acordes de Filosofía Barata ante los 200 seguidores ahí congregados. Calor in crescendo entre el público, superando el miedo a cantar tras la mascarilla y dejándose llevar por himnos como Roto por Dentro o Las Calles están Ardiendo, alcanzando poco a poco la complicidad con un Carlos Tarque capaz de desprender la misma energía pese a lo complejo de ejercer de frontman sentado y atado a sus armónicas, cajón, guitarra, panderetas... Hasta salir de su espacio y romper las barreras, bajando a cantar entre el público y cerrando así en modo "Concierto salvaje".