Los hermanos de Castro han vuelto con un disco que ahonda en su faceta más roquera y menos heavy metalera, la que han ido descubriendo ambos guitarristas desde el abandono, hace lustros, de Serpa y Hermes Calabria; sin ellos, Barón Rojo ya no han vuelto a ser los mismos, pero eso no quiere decir que haya que hacer oídos sordos a su propuesta sonora, esa propuesta sonora que sigue acercándolos, de tanto en tanto, a sus fans, gente entrañable.
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