Enésimo ataque de Fu Manchu a las neuronas de los más avezados. Una banda americana de stoner rock, que es mucho más que una banda americana: es mundial; y también es mucho más que una formación de stoner rock: son los amos del cotarro, un grupo del que nunca me cansaré de hablar bien, sobre todo después de este pedazo de disco y de haberlos visto en directo hace años y contemplar, con “We must obey”, que cada vez lo hacen mejor; son enormes. Buenísimos.
(sigue leyendo)