Evaristo es un tipo peculiar. Evaristo contempla el mundo que le rodea, la corrompida sociedad actual, y va acumulando grandes cantidades de rabia e ira a la que, de un modo u otro, ha de dar salida. Cuando las tripas del veterano punkie se llenan, explotan y el abuelo suelta su odio en forma de discos, cual escupitajos dirigidos a la sociedad en general. Es la fórmula que empleaba con La Polla, más tarde con The Meas y The Kagas, y la que revive ahora en este su tercer banquete de esputos cocinado bajo el nombre de Gatillazo.
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