El pasado sábado don Enrique Bunbury volvió a hacer sonar su Hellville de Luxe en Zaragoza, ciudad donde ya arrancó su gira Hellville the Tour el pasado mes de septiembre. El Pabellón Príncipe Felipe acogió el concierto, cuyo horario se retrasó considerablemente para facilitar la llegada a los seguidores de una ciudad tomada por los forofos futboleros debido al ascenso, apenas un par de horas antes, de su equipo a la primera división.
Volvieron a sonar los más tradicionales temas de la trayectoria del maño, que comenzó su actuación con El Club de los Imposibles. Temas de siempre, pero con nuevo sonido, en la espectacular revisión que ha dado a sus temas tras la disolución del Huracán Ambulante. Su nueva banda está ya engrasada por los kilómetros recorridos, y el sonido del proyecto de Enrique Bunbury ha recobrado viveza, con recuerdos sonoros que van desde el folk hasta la frescura de las grandes bandas de rock latino.
La actuación fue larga y estructurada. Mucho vídeo en las pantallas y un arranque potente. Después, la fase íntima: con un glamouroso escenario de lámparas de época y alfombras rojas creando ambiente para el bloque central del concierto. En el tramo final, algunas de las canciones más coreadas, como su Apuesta por el Rock And Roll, antes de desaparecer de un escenario al que volvería hasta dos veces, para regalar más de dos horas de música en vivo.
El público salió contento de la actuación, en una semana en la que además se conocía que en Octubre editaría su nuevo disco, “Las Consecuencias".