Sello: Warner MusicLlega el momento de tener entre manos un trabajo muy esperado por muchos. Tras la desbandada en
La Fuga, de la que salió el 50% de la banda, cantante incluido, el público tiene la oportunidad de encontrar dos ramas de lo que hasta ahora fue La Fuga. Hace unos meses tuvimos oportunidad de escuchar el debut de
Rulo y la Contrabanda, y por fin podemos ahora escuchar al otro 50%.
Nando y
Edu toman las riendas de la formación cántabra para construir esta nueva etapa de un proyecto que nunca abandonaron. Para esta nueva concepción de La Fuga embarcan al ex Mister Fylyn
Pedro Fernández -a la voz y guitarra-, y a Raul Serrano, bajista de la banda cántabra
Banshee. Un cambio delicado, como lo es toda sustitución de vocalista en cualquier grupo musical. Y, sin embargo, lo que tenemos entre manos tiene claramente el sello reconocible de La Fuga, pese a todas las circunstancias que rodean su creación.
Raíces es un disco más directo que sus últimos trabajos, y recobran en buena parte la fuerza de las guitarras de sus primeros álbumes. Guitarras seducidas de nuevo por el rock urbano como contrapunto a una voz más aguda y menos melancólica que la que le precedía. Hay algo de optimismo en la voz de Pedro, una energía más vital que muestra la confianza en el proyecto. Un timbre agradable que siente y se entrega en el rock pero que se defendería igual de correctamente en el pop. Entre los temas, encontramos una hegemonía de canciones con gancho, de estribillos coreables y de claros aspirantes a formar parte del repertorio más solicitado de los cántabros:
Gripado Corazón,
Ganas o muy especialmente
Arde el viernes son de esos temas que, como ocurrió con otros temas de la banda (
P’aquí p’allá, Pedazo de Morón, Buscando en la basura…) pronto se quedan en el subconsciente.
Con la música dominada, la asignatura pendiente de los nuevos miembros de La Fuga era el crear las letras del disco. Una letra de La Fuga es algo, para bien o para mal, reconocible. En este nuevo disco su temática sigue la limitada colección de anteriores trabajos: las noches sin dormir, la amistad, los desamores… Frases bonitas aunque de temática trillada. Al menos, en el cambio se aprecia cierta visión más positiva a la hora de afrontar la vida, y palabras que tanto habían gastado como
Luna o
Despertador van dejándose en el cajón. Pero, sin duda, las letras son continuistas con la etapa anterior: La Fuga sigue siendo La Fuga, guste o no.
Hace mucho en esta continuidad lógica del proyecto la mano de
Javi San Martín en los estudios
Sonido XXI, ahora que la conexión Pamplona-Reinosa es más importante que nunca en el grupo. Él consigue que las cosas suenen como siempre, y encontramos ciertos recursos sonoros ya utilizados en los últimos discos de La Fuga con Rulo.
Para forjar este proyecto, y precedidos por una etapa tensa en la banda, al margen de lo musical se tuvo muy en cuenta el feeling entre los miembros, y la gira previa a la grabación del disco les sirvió de
campamento para conocerse mejor y encajar en lo musical y en lo personal. Por ello, no es de extrañar que el libreto esté plagado de fotografías de directos de esa gira. En el libreto es donde también dejan caer frases muy abiertas a interpretaciones sobre todo lo dicho acerca de la banda. Algunas letras, como “
Dicen qué” (dedicada a todos los traficantes de salsa rocksa) son duras y críticas. Otras frases repartidas por el libreto, manifiestan su situación actual: “
Vuelve sin miedo la vista atrás, siéntete cómodo contigo mismo y podrás ver el futuro”.
Un discazo de La Fuga, muy fiel a sus raíces, con el punto de innovación a cargo de nuevas manos y, sobre todo, de una nueva y acertada voz que han traído estos cambios. Y con la garantía de que queda Fuga para rato. No creo que haya podido defraudar a ningún seguidor de
La Fuga.
Artículo escrito por
Héctor Mainar