Sello: FragmentLa mano de Alberto Seara nos descubre otro de esos grupos de rock metal en la línea de Söber o Skunk D.F. que tanto abundan en los últimos años, y que tan buen nivel suelen presentar. De ellos,
Otra Cara hereda su combinación de contundencia y melodía, de sensibilidad para bellos arreglos y de energía para fuertes guitarras.
Conciben el disco bebiendo de estas fuentes de metal contemporáneo aderezadas de un sonido muy norteamericano en algunos temas, pero embalándolas en un producto propio y suficiente por sí solo. El disco se grabó en 2008 y fue lanzado en 2009, aunque no ha sido hasta poco antes de verano de este 2010 que los medios musicales hemos tenido acceso masivo a este interesante primer trabajo de Otra Cara. Tienen tan claro su sonido, que se permiten abrir el disco con el single que da nombre al trabajo, e incluir en segundo lugar una versión de Mocedades tan adaptada a su sonido que no me percaté de que era tal hasta después de muchísimas escuchas. En total son doce temas bastante elaborados, con un sonido excepcional en el que se admiten orquestaciones acompañando el formato clásico de banda de metal.
En sus letras, Otra Cara refleja un omnipresente pesimismo, una oscuridad que se cierne en temas de desamor, de sentimientos depresivos y en los que hay cabida para crítica social con la inmigración, la violencia de género… Precisamente el disco se cierra con el testimonio de una víctima de violencia de género, que realmente estremece al escuchar el disco por primera vez y toparse a continuación de bruces con el silencio.
Con el sonido y temas obtenidos en este primer trabajo, y los más de dos años pasados desde su grabación, cabe presagiar un muy buen segundo trabajo de estos madrileños. Esperemos encuentren una clave de personalidad que les haga diferenciarse de la masa de grupos practicantes de este estilo, pues sólo así conseguirán realizar una propuesta que, pese a su mayor riesgo, les alce sobre ellos.
Artículo escrito por
Héctor Mainar