Sello: Maldito Records

He aquí un disco para gozar. La esencia del heavy metal, con un sonido embaucador y muy agradable, rico en encandiladoras melodías y apacibles ambientes creados a base de un gran esfuerzo a la hora de aplicar arreglos a sus temas. Quince años ha necesitado esta banda para hacer un disco que no cualquiera podría crear. Numerosos cambios de formación les han ido alejando de las vertientes más extremas del sonido metal de sus primeros trabajos para acercarse a una apuesta más personal, pero a la vez más digerible por el gran público. Germán González sigue siendo la pieza clave de este puzle que es Skunk D.F., componiendo y aportando su entonada voz. Su metal es ahora mucho más cercano al pop-rock que al nu-metal, y eso nos deja unos temas donde la melodía se torna lo más importante.

Alberto Seara a los mandos de la producción se encarga de poner cada nota en su lugar, para que todo luzca como debe en un disco donde pianos y ambientación electrónica hacen el juego a las guitarras e instrumentos tradicionales. A nivel de colaboraciones, Carlos Escobedo (Söber, Savia…) participa en uno de los cortes “Invisible”, conjugando perfectamente con la voz de Germán –tienen registros vocales tan similares que en ocasiones cuesta distinguirlos. Hagamos un repaso rápido a otros temas a destacar, por lo diferente: “Crisol” –una atrevida apuesta como single para un grupo de metal, por lo pausado de su estructura-; “Esta no es tu canción” – con omnipresencia de la electrónica-; “Las palabras precisas” –la más contundente instrumentalmente –; “Sueño Polar” –la edulcorada balada a la que podían haber sacado más partido. O, por último, el bonus track instrumental: si eres de los que creías que eso de dejar un espacio vacío en una pista y después meter un nuevo tema “oculto” se erradicó en los noventa, y creías que ya nadie recurriría a esa técnica por lo molesto del recurso en plena era digital, no estás de enhorabuena.

Resumiendo, un arriesgado disco por alejarse de los estereotipos del metal para acercarse a sonidos mucho más relajados. ¿Acabará aquí la evolución de Skunk D.F o irán progresivamente evolucionando hacia un sonido más cercano a Savia? Este es un disco excelente –llevo varios días escuchándolo, pero corren el peligro de acaramelarse demasiado sin hacer algo excesivamente original. Esperemos que no dejen demasiado de lado sus distorsiones, antes de que la horchata comience a correr por sus venas.

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