Sello: El Volcán Música
Albertucho vuelve a sorprender, con una nueva etapa en su constante evolución en busca de la perfección de su personal sonido. Lejos queda el jovencísimo Albertucho de “
Que se callen los profetas”, y la propuesta de rock eminentemente urbano planteada en ese primer trabajo. Por aquel entonces, Albertucho se definía como un autor de letras con una guitarra, y afirmaba que lo suyo eran los textos, pues apenas se sentía músico. Ahora, seis años después, parece que el músico que yacía en su interior ha aflorado por completo. Atrás quedaron discos donde se hicieron manifiestos sus coqueteos con un rock más fresco y andaluz en “
Lunas de mala lengua”, o su nueva evolución en “
Amasijo de porrazos”, donde sus canciones se tornaron algo más complejas. Ahora adapta ese sonido a las influencias de las bandas que hoy en día escucha, y factura unas canciones influenciadas por gente como Bob Dylan o Tom Waits, en el que el sello personal del sevillano impregna unas canciones más acústicas y regadas por el blues y el jazz.
Se agradece la renovación constante del andaluz, y como miembro de su generación, experimento con sus trabajos un continuo acierto en su estilo: en mi etapa post-adolescente, el rock urbano saciaba mis inquietudes musicales. Con la edad, fui abriendo miras, y la melodía, los acordes y el buen gusto de su divertido siguiente disco se aproximaba mejor a mis necesidades musicales de la época. En “
Amasijo de porrazos” esa apertura a otros estilos era ya un hecho: no necesitaba de tanto guitarreo para sentir el rock. Ahora, las Palabras del Capitán Cobarde vienen a decirnos que hay rock mucho más allá de los grupos de rock estatal, abriendo miras hacia cantautores internacionales y coqueteando con selectos estilos no puramente rockeros. Como siempre, queda espacio para la diversión: canciones como “
El cuento del que no limpia el fregadero” lo demuestra, contando con la colaboración de
los Delinqüentes en un tema que bien podrían firmar los de Jerez.
Albertucho sigue, pese a todo, siendo completamente reconocible gracias a su rasgada voz de marcado acento andaluz, así como a sus letras, más bellas e irónicas que nunca. Su don es el evitar limitarse a unir bonitos versos, como otros grupos hacen: cada canción de Albertucho es una historia en sí misma, donde narra de principio a fin asuntos cotidianos convertidos en poesía. Un disco espectacular para iniciar la andadura post-Warner del andaluz.
Artículo escrito por
Héctor Mainar
Comentarios
jamacuca -
03 de mayo de 2010
pienso lo mismo que hector es un artista que ha sabido evolucinar,un dia pude coincidir con el en la presentacion de un libro y alucine con el concepto tan personal que tiene de la musica.