Tras 20 años ocupando uno de los lugares más destacados del rock urbano de nuestro país, y con 15 discos a sus espaldas, Barricada recibe por fin un merecido tributo por parte de las bandas más grandes del país.
Dikers se encargan de abrir el disco, con una excelente versión de
Esta es una noche de Rock and Roll, que sin alterar notablemente la melodía original, ha modernizado la canción aportándole nuevos e interesantes matices, con una excelente maestría. Pocos se aventurarían a haberles presagiado a Dikers el enorme éxito que están teniendo dentro del panorama rockero nacional, cuando en sus inicios se colaron en las radiofórmulas con su imagen de adolescentes antisistema, siempre bajo la etiqueta de “la banda del hijo de Alfredo, guitarra de Barricada”. Hoy por hoy, han demostrado que nadie les ha regalado su éxito, y no sólo en cuanto a su banda, sino también en los cada vez más frecuentes trabajos de producción de Iker Piedrafita, que entre otros trabajos se ha encargado del corte número 7 del disco, en el que Andrés Calamaro deja de lado el pop que acostumbra a practicar, para hacer una gran versión de
Mañana será igual, acompañado del grupo navarro Las Pendejas.
Continúa el disco el abuelo del rock en nuestro país, el único e inigualable Rosendo, que desde su posición privilegiada puede permitirse el cambiar a su antojo una gran canción, como es
Lentejuelas, quitarle parte de su kaña original, e incluso recitar las estrofas, regalándonos una versión completamente diferente de la canción que todos oímos en el
Barrio Conflictivo de Barricada, disco que supuso el inicio del reinado de Barricada en el rock nacional (cabe destacar que hay temas de toda la carrera de Barricada en este tributo).
Pero si la variación de la canción interpretada por Rosendo es notable, Fito ha revolucionado por completo
Callejón sin salida, hasta tal punto que resulta irreconocible, conservando pocos elementos de la canción original, y dándole ese toque característico que Fito ha sabido crear para su carrera en solitario. Robe e Iñaky acompañan al rockero de Bilbao en esta versión que no deja indiferente a nadie. Derrocha originalidad, pero...¿encaja realmente en el disco? Un tributo a los barri se merecía recoger a los más grandes, y hubiera sido mucho mejor recibida una canción en la que Platero y Tú se hubieran vuelto a reunir, pero el tema de Fito & Fitipaldis es todo un ejemplo de como hacer propia una versión.
Continúa el disco Loquillo, con una de las canciones cumbre de la carrera de los pamplonicas,
No se que hacer contigo. Loquillo demuestra que pese al pop-rock al que nos tiene habituados, es capaz de hacer buen rock, siendo ésta una de las canciones más destacables del cd. Sigue a este tema Marea, que no cambiará el mundo con su canción, pero más que adecuados en su versión de
Cada Noche. La Polla aparece a continuación, en lo que fue su última grabación, con la gran responsabilidad y suerte (buena o mala) de poder interpretar un tema clave de Barricada, como es
Oveja Negra, realizando una versión similar a la canción de Barricada, con unos interesantes coros en los estribillos finales, y la fuerza que le da el toque de la voz de Evaristo.
Tras Calamaro, llegan Reincidentes, de los que sólo se puede decir que continúan en su línea. Tras ellos, La Fuga, grupo en auge, demuestran su
Pasión por el Ruido en una excelente canción, tranquila en su comienzo, y que acelera ligeramente su ritmo en la parte final, modificando la melodía de los estribillos. Después llegan los clásicos Burning con
Pídemelo otra vez, y más tarde Porretas, en una canción apta para Porretas, pero que quizás no alcanza las expectativas de uno de los grandes temas de Barricada, Blanco y Negro, aunque se deja oir. Comienza la parte dura del disco, con A Palo Seko, Narco y Soziedad Alkohólika. Este último grupo, tan en boca de todos en los últimos tiempos (desgraciadamente), realizan una potente versión de
Contra La pared. También aparece el nóvel Albertucho, que prepara su disco para el próximo año, y cierra el tributo Boikot, descargando toda su fuerza sobre el himno
Okupación, en una versión de lo más acertada, que han sabido adaptar al estilo de la banda de tal forma que parece un tema propio de Boikot, y que supone una de las mejores pistas del tributo.
Ya era hora de que los pamplonicas recibieran un homenaje de este tipo, siendo la selección de los grupos excelente (lástima que finalmente no pudiera entrar Problemas, de
Los Suaves), al igual que el trabajo que éstos han hecho con sus canciones. Y es que, como diría Kutxi, “El que no quiere a los Barri no quiere a su madre”.
Artículo escrito por
Héctor Mainar