Sello: SPV

No convenció a casi nadie la marcha del cantante Matt Barlow de Iced Earth para ser sustituido por Ripper Owens, que había pasado con más pena que gloria por Judas Priest. Lo cierto es que Ripper Owens no acaba de asentarse en ninguna banda de las que tocan con él, y veremos cuánto dura con el sueco Yngwie Malmsteem, pero ese es otro cantar, qué le vamos a hacer.

Ahora se ha declarado una moda de vuelta de cantantes a sus grupos de toda la vida (ha sucedido en Van Halen y en Judas Priest y en Iron Maiden, así que Iced Earth no iban a ser menos). Por lo visto, Barlow se marchó del grupo para hacerse policía local (cosas más raras se han visto), pero algo debió de echar de menos o él o el guitarrista Jon Schaffer para que Barlow volviera a grabar con Iced Earth.

Y en lo de las modas, parece que Iced Earth se apuntan a dos por falta de una; por un lado, la vuelta de cantante clásico; por otro, la grabación de la segunda parte de un disco más o menos exitoso, como fue en este caso aquel “Something Wicked part 1”, del que este “The crucible of man” es la segunda entrega.

Tenemos un metal de toda la vida en la línea de Iced Earth, tenemos un disco correcto con una sorprendente producción y con unos temas clásicos dentro de su sonido, pocas sorpresas para un trabajo creado más bien con la intención de devolver a Iced Earth a la confianza de sus admiradores de toda la vida.

Si ese es su propósito está claro que lo han conseguido, Barlow y Schaffer han creado un disco típico del sonido de Iced Earth.

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