Sello: Mascot Records

John 5 fue durante un tiempo el guitarrista de Marylin Manson, y aunque este señor quiera apartarse conscientemente del legado del señor Manson, no hay más que admitir que si no hubiera sido por su paso por la banda de tan renombrado artista, hoy nadie hablaría de él por muchos méritos que tenga, que los tiene. Es el mismo caso del señor Dave Grohl, a quien todo el mundo conoce en la actualidad por su liderazgo de Foo Figthers, pero que si no hubiera sido batería de Nirvana ni su padre se acordaba hoy de él.

John 5 desde luego ha sabido aprovechar el trampolín, e incluso ha ayudado a artistas grandes en horas bajas, como a Rob Halford con el proyecto “Two” o a David Lee Roth en su época más oscura, cuando se hacía llamar simplemente DLR. Hay que decir que también le ha echado una mano componiendo a Paul Stanley, de quien se puede decir de todo menos que está en horas bajas.

Entrando en harina ya, hay que hablar de un disco con muchas influencias, que van desde el hard rock clásico, hasta el heavy metal de toda la vida, y además, para sorpresa del personal hay un par de temas country. Se trata, aviso a los navegantes, de un disco instrumental de guitarra en el que John sólo ha contado con la ayuda de un batería.

Buena producción para este cuarto disco en la carrera de John, un trabajo que lo mantendrá en el candelero un tiempo más, pero está claro que los días de gloria de su pertenencia a Marylin Manson han pasado a la historia. No se puede tener todo siempre toda la vida. Y aunque digan que John trata de apartarse del legado de Manson, ya desde la portada se ve que respeta esa estética oscura en plan gótico de grupos olvidados como Coal Chamber o Insane Clown Pose.

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