Si por algo se ha caracterizado Boikot es por su interés en buscar nuevas experiencias, que queden plasmadas en sus discos para que cada uno de sus compactos persiga una personalidad propia. La fórmula les funcionó a la perfección, hace ya unos cuantos años, con la recordada trilogía de “La Ruta del Che”, en la que Latinoamérica se hacía palpable. Tras unos discos de reposo, la banda vuelve a poner de su parte para forzar una evolución musical. En esta ocasión lo hacen poniendo rumbo a los Balcanes, con pasajes grabados en Roma y Galicia.
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