Anoche vi a Queen en vivo. La profesionalidad, mimo y respeto con los que los argentinos God Save The Queen (Dios Salve a la Reina DSR) han ido haciendo consolidar su propuesta de tributo a Queen ha llegado al punto de que el show inmiscuye de tan inevitable forma al espectador, que la magia del tributo hace que por momentos tengamos realmente la sensación de estar viendo a la formación auténtica.
Existen justo en estos meses varios tributos a Queen girando por España, musicales, conciertos homenaje, intentos de emular el éxito de los argentinos en Europa... Pero muy probablemente lo más cerca que podemos estar de presenciar un recital de Queen es ver a DSR. Están de gira por España, a lo grande, y lo del pasado viernes en Zaragoza fue sólo el arranque de la misma. Reventaron literalmente la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza, con más de 6000 fieles que no dudaron en gastar esos 25€+gastos de distribución por presenciar el tributo de Queen y Dire Straits, pese a coincidir con muchos otros conciertos al estar enmarcado en las Fiestas del Pilar.
El truco está en los detalles. Han imitado a la perfección el mítico directo de Wembley ’86 en todos sus aspectos: repertorio, orden de temas, vestuario, los gestos y paseos por el escenario de cada uno de los miembros… Es impresionante cómo son capaces de clavar con tal milimétrica precisión la esencia de Queen y que todo se vea tan natural, sin caer en impostaciones o exageraciones. Para un seguidor de Queen como el que escribe, y adicto a los DVDs en vivo, la propia escenografía ya conseguía situar en un contexto conocido lo que presenciaríamos antes incluso de que la música sonara: los reconocibles bloques de focos multicolor, la escenografía… Vivíamos en Wembley, Freddie Mercury seguía vivo, Show Must Go On ni siquiera existía todavía, y en esa gira de presentación de “It’s a kind of magic” no aparecerían temazos como “Don’t stop me now”. E incluso desde la cercanía del foso de fotógrafos a pie de escenario al mirar a través del visor de la cámara, Pablo Padín ya no era Pablo Padín, el centro de todo el auditorio era Freddie Mercury.
Además, los Brothers in Band abrían el show con su tributo a Dire Straits –como harán en varias de las fechas de esta gira-, tocando prácticamente tanto rato como los propios Dios Salve a la Reina revisitando la última gira de esta banda: Dire Straits On the Night. Un show impecable, para disfrutar de la música, que captó la atención de un variopinto público formado por familias, por jóvenes que descubrieron Queen demasiado tarde, por aquellos que vieron el último concierto de la historia de Dire Straits que precisamente tuvo lugar en Zaragoza, y por curiosos en general… Aunque claro, el atractivo de un concierto de Dire Straits era puramente musical, distando mucho del sentido del espectáculo de Queen, que era para la mayoría del heterogéneo público el plato fuerte de la noche.
En resumen, una experiencia más que recomendable que debes ver cuando pasen por tu ciudad: el público gozó en este arranque de gira. Echa un vistazo a nuestras fotografías del evento para ver de lo que hablo, y si te gustan los originales hazte con el DVD de Queen: Live at Wembley, y verás la fidelidad de la propuesta de los argentinos en la recreación de este concierto, grabado con grandes medios, y que fue una de las últimas oportunidades de ver a Mercury sobre un escenario junto a Queen.